Para poder opinar sobre la escuela del futuro, quizá primero habría que hacer una serie de reflexiones de como se presenta el panorama actual.
Hoy en día la escuela deja de ser el único canal mediante el cual las generaciones jóvenes tienen contacto con el conocimiento. Ahora existen muchos y variados medios de comunicación y posibilidades como Internet que te abren otras alternativas
La palabra del profesor y el texto escrito dejan de ser los soportes exclusivos de la comunicación educacional.
Las tecnologías tradicionales de la educación están dejando de ser las únicas disponibles para enseñar y aprender. La pizarra y la tiza se complementan hoy con otras alternativas.
No se trata sólo de formar en el sentido estricto de la palabra, ahora se requieren individuos creativos, participativos y capaces de tomar decisiones.
Hacer frente a todo ésto, sólo es posible si cambiamos sustancialmente nuestra visión de la escuela que nos viene. Será necesario:
Rededefinir el ‘sentido’ de la educación para que pueda responder a las demandas actuales.
Será necesario argumentar nuevas técnicas pedagógicas que demanden un mayor interés por parte del alumnado
Y, por supuesto, habrá que cambiar la organización de las aulas, de las escuelas y del sistema educativo, para poder trabajar de acuerdo con estas nuevas decisiones
Y puestos a pedir:Sería bonito pensar en una evolución hacia una escuela inteligente, dónde el aprender de forma razonada fuese su principal motor.
Sería bonito pensar en escuelas menos masificadas donde el gusto por estudiar pudiese convivir en perfecta armonía con el sentido lúdico
Sería bonito pensar en una sociedad escolar en la que el respeto mútuo entre docentes y alumnado primara.